La osteopatía, mediante las manipulaciones vertebrales, musculares y del tejido conectivo, abarca disfunciones vertebrales, viscerales, neurológicas, endocrinas e inmunológicas.

Su objetivo es intentar restaurar el equilibrio mecánico global del individuo, poniéndolo de acuerdo con su entorno anatomofisiológico, respetando los principios generales de la medicina.

Utilizando las manos, el osteópata identifica asimetrías y disfunciones en el cuerpo y, con estiramientos suaves y técnicas de movilización, trabaja el cuerpo para crear las condiciones perfectas para facilitar el proceso de curación.